~*~*~ Narra Estela ~*~*~
-Maldita sea, siempre a mi, siempre a mi me pasa la misma mierda- dije entre dientes y Lucero acaricio su rostro levemente con el mió –Tranquila hermosa tu no puedes arreglar esto, aunque si ves por aquí a Anthony te agradecería que no le patearas el trasero- Ella bufó en reproche –Es el compañero de tu novio, cálmate un poco- dije dándole unos golpes juguetones en el lomo.
Al momento que entre al vagón mi corazón se contrajo, ver a Anthony envuelto en las garras de Flament me dio tanto coraje, enojo…. Celos, maldita sea, le pediría a Anna que le quemara su estupido cabello de muñeca vieja a la francesista por acercarse a lo que es mió…. Wow wow un momento Estela, el no es tuyo, para nada tuyo, solo es un chico el cuál te vuelve loca y en estos momentos no sabes ni que rayos el siente por ti, dado que estaba envuelto en los brazos de un francesa oxigenada, di un gran suspiro de recargue mi rostro en mis brazos los cuales estaban sobre la puerta del compartimiento donde estaba Lucero, ella me di unos golpes con su nariz para que me levantara.
-No estoy llorando hermosa, solo es un estupido chico- dije acariciándola –Un estupido chico al cuál no le gusto y el si a mí, la historia de mi adolescencia-
-Eso no es verdad Wolf- dijo una voz muy conocida detrás de mi, me gire en instantáneo y sentí como el cepillo con el que estaba cepillando a Lucero se resbalaba por mis manos.
-¿Qué quieres Hugson?- dije agachándome por el cepillo
-Quiero explicarte lo que viste cuando entraste al vagón-
-No tienes que darme explicaciones, no soy tu abuelo para que lo hagas- dije levantándome y dándole la espalda para acariciar a Lucero.
-Sin embargo estas molesta conmigo por lo que viste- dijo jalándome para que me diera la vuelta y lo mirara de frente.
-Solo déjame en paz- dije sin mirarlo e intentándome voltear.
-No te soltaras- dijo jalándome hacia él y el cepillo volvió a resbalar por mis manos.
-Me lastimas- dije en voz baja pero el me escucho y me soltó un poco –No me refería físicamente- dije soltándome y alejándome de el.
-No es mi intención hacerlo-
-Nunca es la intención de los chicos ponerme el cuerno o lastimarme con personas totalmente desagradables y malditas rubias, sin embargo, lo terminan haciendo- dije lanzándole un mirada de enojo.
-NO
-Hiciste mucho para alejarla- dije encogiéndome de hombros –En fin tu no tienes novia, eres libre de hacer lo que quieras, ahora me voy- dije intentando darle la vuelta pero el se puso enfrente de mi.
-No soy libre de hacer lo que quiera con ninguna chica desde que te conocí-
-Eso es tan tierno- dije sarcásticamente aunque lo que había dicho había hecho que mi corazón se agitara.
-Estela por favor-
-Por favor nada, no cometeré el estupido error de darle mi corazón y confianza otra vez a un picaflor- dije intentando pasar por el otro lado y el me cubrió el paso
-No soy picaflor, no he querido a ninguna chica en mi vida y a la que he querido, desde el primer día me empezó a enamorar y te pudo decir que estoy loco por ella y esa chica esta frente a mí con un ataque de celos que yo tendría si la encuentro en un vagón a oscuras en brazos de otro- dijo todo tan deprisa que costaba trabajo entenderle -¿Querías que la lanzara lejos de mí?, no puedo me han enseñado que por más molesta sea una mujer no debo lastimarla, estaba por decirle que me soltara cuando tu entraste por es puerta, yo no quería que presenciaras eso-
-Sin embargo lo hice- dije en voz baja pero el me escucho.
-Sin embargo lo hiciste, por favor créeme yo no tengo nada que ver con Flament, si quisiera tener algo con ella, ya lo hubiera tenido pero esa chica no me llama la atención, yo te amo a ti- dijo las ultimas cuatro palabras con tanta determinación y sinceridad que mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente, yo me había quedado muda y sin saber que hacer, no planeaba que me dijera lo que sentía por mi de esta manera, agache la vista y mordí mi labio nerviosa, lo mire y sabía que estaba esperando a que le dijera algo.
-Te creo- fue lo único que mi cerebro fue capaz de procesar para decir y sonreí un poco –Yo también te amo Hugson- dije nerviosa, el sonrió un poco entre aliviado y avergonzado, me acerque un poco a él y tome su rostro –Muy lento Hugson- dije acercando su rostro con el mió y dándole un suave beso en los labios –Es tarde- dije alejándome de el sonriendo nerviosa y recargándome de unas cajas, el sonrió un poco, estaba rojísimo y nervioso.
-No importa- dijo acorralándome, puso una mano en mi cintura y la otra en mi rostro –Gracias- dijo acercando mi rostro a el suyo en instintivamente subí mis manos a su cuello y acepte gustosa el beso que su labios comenzaban a darme, me besaba dulce y lentamente, sin prisa, disfrutando cada segundo en el cual nuestro labios se movían en una especie de danza uno junto a el otro, me acerco más a él y yo jale su rostro un poco más hacia él mió, por desgracia el aire falto en nuestros pulmones y nos separamos un poco agitados, acariciaba mi rostro y sonreía, yo le daba besos en su rostro hasta llegar a su labios y me separe de el dándole un casto beso –Tengo que irme- dije acariciando su rostro.
-Podemos quedarnos aquí hasta llegar a la escuela-
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