~*~ Cap 17. Herencia ~*~

~*~*~ Narra Estela ~*~*~

-Es un grandísimo idiota- dijo Valery -¿Por qué no dejaste que Anthony le rompiera la cara?-

-Porque Franco sabe magia y conociéndolo lo poco que gracias al cielo lo conozco, se que no peleara limpió-

-En eso tienes razón- dijo Gabrielle –Chicas me voy tengo hechizos-

-Adiós- dijimos Valery y yo al mismo tiempo

-Tengo terror que Anthony lo quiera golpear o peor, que entre Anthony y Sky quieran golpear a Franco- dije dándome de golpes con el libro en la cabeza.

-Tranquila, no harán nada, no son tan idiotas- dijo mientras llegábamos a la armería –Mira con quién nos toca la clase- dijo señalando enfrente de mí y estaban Sky, Charlie, Franco y Anthony enfrente de nosotras, sonreí al verlos.

-Eso me alegra pero me pone nerviosa- dije sonriente.

-Oh no-

-Rayos- dije al ver como llegaba Flament con sus dos gatas amaestradas como decían las chicas.

-Mientras no se me acerquen todo estará bien- dijo Valery con cierto enojo y temor en su voz.

-Tranquila antes de hacerte algo a ti, me lo querrá hacer a mi- dije sosteniéndole la mirada a Flament que parecía maldecirme con la mirada, yo se la sostuve hasta que escuche los pasos firmes de nuestra Profesora.

-Buenos días muchachos- dijo subiéndose a un estrado –Mi nombre es Matilda Connor, les impartiré la materia de armas de mano y proyectil, las armas que utilizaran deben de tratarlas con respeto, ningún arma es un juguete aprender a usarlas en solitario es tan peligroso como un combate mano a mano, ustedes elijaran las armas a su comodidad, no pueden utilizar un arma si no se sienten conectado a ella- dijo mientras caminaba hacía la armería –Escogerán sus armas aquí, el arma que escojan los acompañara hasta su muerte y si es su deseo regresara aquí para adherirse a un dueño que tal vez tenga las mismas cualidades que ustedes, el arma los hace ustedes, no ustedes al arma , en estos momentos pasaran a escogerla, tengan cuidado, adelante- dijo abriendo las puertas de par en par, nadie daba un paso adelante hasta que la maestra paso junto de los chicos y prácticamente los arrastro adentro, todos los seguimos y había pasillos de espadas, arcos, flechas, ballestas, lanzas, infinidad de armas.

-Esto parece almacén de guerra- dijo Valery mientras avanzábamos por las ballestas

-Lo sé, pero es….-

-¿Acogedor?-

-Si- dije sonriente

-Mira esta- dijo acercándose a una ballesta dorada con sus saetas, es perfecta- dijo tocándola.

-Muy bien- dijo la profesora detrás de nosotras haciendo que las dos nos asustáramos –Veo que a ustedes le interesan las armas de alcance, eso es bueno ¿Y usted señorita?-

-No se…. No me siento cómoda con armas de alcance-

-Bueno… entonces tiene que ir hacia allá- dijo señalando otro pasillo.

-Gracias- dije avanzando junto con Vale

-Usted no señorita, ya encontró su arma, le pediré que se retire de aquí-

-Pero…-

-Ve Valery- dije sonriente dándole unas palmaditas y avanzando al pasillo que me había comentado, había escudos, espadas, martillos, lanzas, muchas armas de cuerpo a cuerpo, avanzaba y todas las espadas me gustaban pero ninguna de manera especial, avance hasta la zona más alejada, estaba sola, avance lentamente hasta que observe un escudo con una espada en el …. Era perfecta…. La espada tenía un mango dorado con plateado perfecto con forma de ave, tenía adherido a el piedras azules… parecía que eran zafiros, el filo estaba brillante, la tome para observarla, tenía al escrito….

-La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible y…..-

-y aprender las lecciones de ambos mundos- dijo una voz conocida

-Directora- dije nerviosa –Buenos días-

-Buenos días Estela- dijo sonriente –Veo que te ha agradado esta espada-

-Es perfecta- dije acariciándola.

-Veo que te agradan las armas de mano-

-Me llaman más la atención que las de alcance, las únicas de alcance que me llaman un poco la atención son el arco y flecha- dije encogiéndome de hombros y ella sonrió.

-Esa misma frase me la dijeron hace tantos años que parece que fue ayer-

-¿Si?- dije nerviosa.

-Y has escogido la misma arma que la misma persona que me la dijo, es una coincidencia enorme- dijo sonriente –Tengo que retirarme- dijo dándose la vuelta

-Directora…-

-¿Si Estela?-

-¿Quién es esa persona?-

-Esa persona fue tu madre- dijo sonriendo y retirándose.

-El arma los acompañara hasta su muerte- dije recordando las palabras de la Profesora Matilda, descolgué el escudo, la funda de la espada, me los colgué y observe el lugar que de seguro mi madre habría caminado en su primer día de clases –Gracias mamá- dije acariciando la espada y retirándome del lugar.