~*~*~ Capitulo 21. Analizando Poderes ~*~*~

~*~*~ Narra Estela ~*~*~



-¿Cómo?- dije respirando profundamente.


-Extiende tus brazos- dijo la Profesora Matilda


-Respira profundamente- dijo el Profesor Enrique –Piensa en un momento agradable, en un momento poderoso-


-¿Amor?- dije recordando a Charlie y su motivación.


-No, otro momento positivo-


-Esta bien- Recordé cuando Sky y yo íbamos a comer helado por los parques de Londres y me cargaba de caballito, cuando la tía Betty nos regañaba por llegar mojados mientras Sky y yo reíamos.


-Muy bien Estela, abre los ojos-


-¿Azul?-


-Un amor tan grande que no es ajeno a la sangre- dijo el profesor Enrique


-¿Por qué cambian de color?-


-Momento positivo es un momento feliz, que sea amor, felicidad, alegria, todo junto-


-Un momento de amor es con la persona amada- dijo el Pofesor Enrique mientras besaba la mano de la maestra y esta reía.


-Un momento de amor incondicional es algo más de sangre, como de padres a hijos o de hermana a hermano como es en este caso- dijo señalando a Sky que tenía frente a el una pequeña bola rosa.


-Ya entiendo-


-Cada energía puede ser utilizada para hechizos poderosos-


-Pero a cada energía tienes que darle un uso diferente-


-¿En una lucha que tipo de energía usas?-


-La que creas que poseas más-


-Porque así tu cuerpo, mente y energía no se agotaran-


-Es increíble-


-Es verdad-


-Bueno… ahora… cierra los ojos y piensa en un momento de gran molestia-


-En esos momentos eso es fácil- dije mirando a Flament que estaba haciendo fila para ser ayudada por la profesora Aurora


-Veo que no soy la única a la cuál le cae mal esa tonta- dijo una niña de ocho años saliendo del bosque, me recordaba mucho a la profesora Matilda pero con el porte del Profesor Enrique.


-Hija por favor, ve a la casa- dijo la Profesora tiernamente, parecía que hasta los más fieros dragones tenían su lado maternal.


-Esta bien- dijo la niña jalando una cuerda la cuál terminaba en un gran Pegaso, abrí la boca al verlo.


-O cielos- dije al ver al hermoso animal.


-Muchas niñas quieren un perro, pero mi hija no es igual a otras niñas- dijo el Profesor Enrique –Digna hija de su madre-


-Sigua así Profesor y se quedara otra noche sin cenar-


-Ceno en el castillo- dijo el profesor juguetonamente.


-No me refería a comida- dijo la profesora burlándose de él mientras en profesor Enrique borraba de su rostro su sonrisa característica –Bueno Estela vamos a terminar-


-Esta bien- dije cerrando los ojos y pensando en todos los momentos amargos que me hicieron pasar durante estos días los Flament.


-No te caen nada bien- dijo la Profesora Matilda.


-En lo absoluto- dije abriendo los ojos observando la gran bola negra que tenía delante de mi.


-Muy bien Estela hemos terminado aquí, pasa con la directora Ariel-


-Esta bien, gracias-


-De nada- dijeron los dos al mismo tiempo, camine hasta donde estaba la Directora Ariel, me sonrió abiertamente.


-¿Qué tal tu día querida?-


-Ha estado bien directora- dije sonriendo.


-Muy bien, ahora quiero que te sientes allí- dijo señalando un asiento de metal


-Esta bien- dije nerviosa, camine lentamente hasta el asiento, respire profundamente y tome asiendo –Emerjan- dijo en un susurro, el asiento se encontraba en medio de una brotación de agua, una fogata, una acumulación de tierra y unas flores que se movían con el aire, era como la representación de los elementos y yo en medio –Cierra los ojos y déjate llevar- dijo susurrándome, sentí como si mi cuerpo se elevara por los aires, me sentí liviana, todos los aromas de los elementos sentí que inundaban mi sentido del olfato, escuchaba ruidos formados por los elementos, sentía que los elementos me acariciaban –Fascinante- escuche que dijo la profesora, abrí los ojos y me pareció extraño lo que vi.


-¿Qué pasa?- dije al observan como la fogata había crecido, el agua parecía danzar, la tierra se movía ligeramente y el aire hacia pequeño remolinos en la hierba.


-Con el tiempo su decisión se aceptara- dijo en voz baja la Directora Ariel y todo volvió a estar igual –Ven querida- dije la Directora Ariel dándome su mano para levantarme del asiento.


-¿Por qué paso eso?-


-Cada elemento tiene espíritus que lo protegen, los espíritus se manifiestan cuando creen que un ser neutral debe pertenecer a ellos, hay cinco elementos principales; aire, fuego, agua, tierra y espíritu; el ultimo todas las personas lo tenemos pero pocas lo satisfacemos lo suficiente para permitirnos adentrarnos lo suficiente en el.


-¿Por qué?- dije confundida por todo lo que me había dicho.


-El espíritu te escoge desde el momento que naces otorgándote el más poderoso don que tiene tu cuerpo y por el cuál puedes manifestarte físicamente-


-¿El alma?- dije confundida


-Alma, Energía, como le quieras llamar, el elemento espíritu esta conformado de toda la vida que hay en el planeta-


-El espíritu no hace distinciones en si eres bueno en algunas cosas- dije comprendiendo un poco.


-Exacto, no te juzga, el no conoce el bien o el mal, con el solo hecho de tener una razón para existir el te hace existir y forma parte de ti-


-Que hermoso- dije sonriente –Pero… si el espíritu te hace existir… ¿Por qué se llevo a mis padres?-


-Ellos ya habían cumplido su meta, además recuerda que tus padres estaban unidos principalmente a otros elementos-


-No tenían una estrecha combinación con su alma-


-Exacto-


-Todos los elementos se complementan, el aire no podría existir sin la tierra, ni el fuego sin lo que la tierra produce, el agua no podría existir sin las fusiones de los anteriores, es un ciclo que nunca termina-


-Pero si el fuego no puede existir sin ninguno de los anteriores... porque en el pasado Snake…-


-No quería destruir a los elementos, quería someterlos al poder del fuego, son cosas muy diferentes querida, pero evitemos hablar de ese tema aquí Estela- dijo observando a todos los alumnos.


-Entiendo- dije recordando que mis padres no querían que lo acontecido en aquel tiempo se supiera -¿Ya me puedo retirar directora?-


-Por supuesto querida, pero antes de acostarte a dormir, deberías arreglar todos tus asuntos pendientes- dijo señalando a Anthony con la mirada que acababa de terminar con la Profesora Griselda el ejercicio que yo había realizado con la Directora Ariel.


-¿Usted como…?-


-Debes de poner atención- dijo sonriente –El espíritu esta en todas partes- dijo mostrando su marca de cisne con … ¿blanco?


-Profesora.. usted… - dije tartamudeando de la impresión.


-Espíritu- dijo sonriente


-¿Cómo?- dije impresionada.


-Una conexión especial con mi querido elemental- dijo feliz –Ahora querida, tengo trabajo que hacer- dijo haciendo una pequeña reverencia y retirándose.



Levante la mirada y observe como Sky hablaba con Anthony, los dos me miraron y yo los ignore, comencé a caminar y a recordar lo que había pasado, toque el piso, todo pareció ponerse de colores, como si estuviera en un remolino, de pronto estaba viendo lo ocurrido horas… ¡Horas! atrás, tan solo pensar en todo eso me dolía la cabeza, era muy tarde para regresar y preguntarle a la directora ¿Por qué rayos me paso eso? Pero me daba terror que se pusiera a analizarme, lo dejaría así; llegue al final del bosque encantado, tenía nauseas de tan solo pensar que podía encontrarme a Franco, camine rápido y con cuidado, todo estaba tranquilo, parecía una tarde agradable….



-ESTELA- me gritaron en el oído.


-Kassandra- dije entre dientes, sentía que el corazón se me saldría por la boca.


-Esa conciencia-


-No es gracioso- dije respirando profundamente –Después de lo que sucedió en la mañana ando con miedo-


-Tranquila, ese tonto no se te acercara-


-Cómo si se fuera a calmar- dije poniendo los ojos en blanco.


-Después de nuestra hermosa broma, Ariel lo mandó a llamar-


-Tarado- dije Artemisa a las risas.


-Le dijo muchas cosas, entre lo más importante, que si te acerca no le importara que su madre trabaje en el consejo de magia, lo correrá de la escuela-


-Eso me alivia un poco- dije suspirando profundamente –Pero… ¿Cómo se entero Ariel?-


-Por nosotras- dijo Artemisa


-Nos pidió una explicación de nuestro adorable comportamiento y le dijimos- dijo Kassandra.


-Muchas gracias chicas- dije sonriente


-Para servirte compañera-


-Ahora nos vamos, ahí danza- dijo Artemisa bailando en el aire.


-Muy pronto iras con nosotras- dijo Kassandra sonriente.


-¿Hadas?- dije confundida


-Si- dijeron las dos aplaudiendo y desapareciendo, sonreí al pensar en ¿Cómo serían las danzas de las hadas?, camine aliviada hacia mi habitación para poder descansar después de todo lo ocurrido este día.

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